Francia pretende, ante la ONU, despenalizar mundialmente la homosexualidad en nombre de 25 paises de Unión Europea . Una medida lógica y acertada puesto que, aún en 91 paises, se castiga con la pena de muerte.El arzobispo Celestino Migliore, representante de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, ha puesto "el grito en el cielo" desde Nueva York por que entiende que "una declaración política de ese tipo crearía nuevas e implacables discriminaciones", y, a la vez, "pondría en la picota a los países que no consideran matrimonio las uniones homosexuales". "Si se aprobara", atacó Migliore, "esos países serían presionados".
El jueves 11 de mayo de 2006 el mismo arzobispo declaró, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, que "la religión, cuando se comprende y se vive correctamente su verdadera naturaleza, puede formar parte de la solución más que del problema, porque promoverá el compromiso humanitario y el respeto de la dignidad de los demás, para el bien común de todos", todo esto en relación con el terrorismo.
Mediante estas declaraciones, se constata que el Vaticano usa distinta moral para unos asuntos que para otros. Se comprometen humanitariamente con unos y respetan su dignidad como personas y cuando tienen que dar la talla sobre esas solemnes declaraciones, en otros asuntos, dan patadas al bien común, los compromisos humanitarios y la dignidad humana.
Muy bien, seguid así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario