cubierto de pintura amarilla,
como si el tono rubio se hubiera
enborronado para luego congelarse
(aunque tiene los ojos de
un oscuro intenso - quizá negros -
o eso es lo que parece
en la penumbra).
El hombre tiene clavada
la mirada en Johnny, que está entrando
en la Colmena desde el Sendero.
Apenas unos instantes después,
Johnny mira desde arriba
la cabeza rubia que se mueve
hacia delante y hacia atrás
entre sus piernas.
Pero a Johnny le cuesta muchísimo
correrse. Con determinación,
el hombre rubio sigue chupando.
Johnny decide que la única forma
de que pueda correrse es la siguiente:
empuja hacia atrás la cabeza del hombre
y luego obliga a bajarla, indicándole que
le chupe los huevos mientras él se
la casca hasta correse.
El tipo rubio se acomoda
entre sus piernas.
Justo cuando está a punto
de darse por vencido,
Johnny siente una
repentina sacudida
en la entrepierna.
Tira de la cabeza del rubio
hacia aarriba: la boca del tipo
está lista para recibir la leche.
Mientras jonny se corre
débilmente en su boca,
el hombre rubio se la casa.
Ya de pie,
el tipo escupe con urgencia,
como a punto de vomitar.
Los ojos oscuros se vuelven,
hostiles, hacia Johnny.
-!Mierda!-
dice el hombre rubio.
- ¿A qué cono viene eso?-
pregunta Jonny indignado.
- Es que... todo esto es tan...."
"NUMERADOS" DE John Rechy.
Editorial Egales. Pág. 159.
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