The Line of Beauty es una miniserie británica filmada en 2006 y ambientada en pleno apogeo de la era Thatcher. Es una adaptación de la novela homónima de Alan Hollinghurst, en donde se cuenta los avatares de un joven homosexual “adoptado” (se trata de una especie de “huésped eterno”) por una familia tory, con los choques ideológicos que provocan tal situación.
La mirada de un extraño se utiliza para criticar a un pais en un tiempo concreto o, en este caso, a una clase social. Justamente este es el papel narrativo del protagonista Nick Guest (nótese el significado del apellido), cuya mirada de invitado -a veces escéptica, a veces irónica, a veces desconsolada- se transforma en la mirada de los televidentes.
En el libro asistimos a un interesante repaso de algunos de los hitos más destacados de los años 80, como el triunfo del neoliberalismo y la irrupción del sida. Así pues el libro de Alan Hollinghurst no deja nada afuera: ni el fantasma de la guerra de las “Faklands“; ni la omnipresencia de la Dama de Hierro.
The line of beauty comparte con otras miniseries británicas un buen manejo de los tiempos narrativos y una puesta en escena sobria, poco afecta a los estereotipos. Por ambas virtudes, y porque los buenos repasos históricos siempre enriquecen, nace la intención de esta recomendación.
La mirada de un extraño se utiliza para criticar a un pais en un tiempo concreto o, en este caso, a una clase social. Justamente este es el papel narrativo del protagonista Nick Guest (nótese el significado del apellido), cuya mirada de invitado -a veces escéptica, a veces irónica, a veces desconsolada- se transforma en la mirada de los televidentes.
En el libro asistimos a un interesante repaso de algunos de los hitos más destacados de los años 80, como el triunfo del neoliberalismo y la irrupción del sida. Así pues el libro de Alan Hollinghurst no deja nada afuera: ni el fantasma de la guerra de las “Faklands“; ni la omnipresencia de la Dama de Hierro.
The line of beauty comparte con otras miniseries británicas un buen manejo de los tiempos narrativos y una puesta en escena sobria, poco afecta a los estereotipos. Por ambas virtudes, y porque los buenos repasos históricos siempre enriquecen, nace la intención de esta recomendación.
Como así recomiendo al autor del libro, que fue para mí un gran descubrimiento en los años 80 con su obra, La Biblioteca de la Piscina.
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