SORPRESA

Desde siempre quise ir a una despedida de soltera pero nunca tuve oportunidad, me toco ir a puticlubs con los amigos y mis hermanos para hacerme el machote, como el que más.

Y, ayer viernes, se cumplió unas de mis ilusiones: ir a una despedida de soltera de una amiga, con stripper y todo.

Nos reunimos unos veinte amigos para cenar en un restaurante y beber como si se fuese a acabar la cosecha de vino del 2007. Al final de la gran comilona, se apagaron la luces y apareció un camarero con una tarta en forma de polla. Se levantó y apagó la velas que adornaban el pastel, y, como corresponde a estos acontecimientos, apareció un stripper vestido de cowboy que la obligó a meterse la polla de chocolate en la polla.

El bailarín iba vestido con correspondiente sombrero, un chaleco sin nada debajo mostrando sus amplios pectorales, unos pequeños pantalocitos y botas camperas. Todo ello, como ya he dicho, en semipenumbra.

Y comenzó el espectáculo, con una música sugerente empezó que si me quito el chaleco, que si me quito el pantaloncito, dejandose puesto un tanguita de color fucsia (como os lo cuento), que si me quito, poco a poco, el sombrero y , ya al final, el tanguita mostrando un pedazo de polla considerable que bamboleó semierecta todo lo que quiso sobre la futura esposa y todo el que puso un poco de empeño en ello.

Pero no es ésta, la sorpresa, el que yo haya ido a una fiesta de despedida de soltera con unas amigas (y amigos que había de todo que ya somos un poco talluditos), si no que cuando ya se acababa el espectáculo del stripper se empezaron a encender las luces, poco a poco, y que hasta entonces habían sido tenúes y empecé a verle la cara al actor y ,!OH! !SORPRESA!, !NO PUEDE SER!, mi vecino cachas. El que miro todos los días con cara de querer comermelo con los ojos cuando cojo el ascensor y, que según creíamos todos en mi casa, era masajista en un conocido gimnasio de mi ciudad, al que siempre me propongo ir pero que nunca me apunto por que lo del esfuerzo en el gym creo que no va conmigo.

Bueno, pues después de lo sorpresa inicial, intenté escurrir el bulto y que no me reconociese pero él si lo había hecho y creo que antes que yo -no sé si por el entusiasmo que pusimos al recibirle o por que le sobamos por todas las partes que se dejó- y al final, cuando ya estábamos todos en la calle borrachos, se acercó a mi y me dijo: en el barrio de todo esto nada de nada, por favor.

Eso está hecho campeón, aunque, a partir de ahora, le mirare con otros ojos.

P.S.: como todos se percataron que el striper había hablado conmigo, me preguntaron si le conocía y les dije que era vecino mío de rellano. Unas cuantas (y cuantos) me han hecho prometer que algún día les tengo que invitar a cenar a mi casa, pero creo que tardará un poco en ocurrir eso, ya que tengo que explorar antes un poco mis posibilidades.

Saludos.